El tiempo contigo

Hace algún tiempo que no se había presentado la oportunidad de despertar sin las responsabilidades diarias de cambiar pañales, desayuno, ejercicio, alistar hijos y comenzar con las rutinas comunes del día a día.

Pero el fin de semana pasado mis tesoros se quedaron en casa de los abuelos, así que el sábado por la mañana; aunque sentía que algo me faltaba, que tenia que hacer algo de prisa, que no podía seguir en cama con mis pensamientos y uno que otro martillazo de la construcción de alado (en verdad que era una sensación muy extraña de estrés, el cual me decía que tengo cosas que hacer), decidí quedarme en cama un buen rato.

Me vino un pensamiento que me decía sí, si tienes algo que hacer, conectar un poco contigo. El darte esos minutos solo para ti, dejar que tus pensamientos te hablen, tu cuerpo te diga que es lo que necesita, el tomar algunos respiros de relajación y conectarte contigo, es muy importante.

Es un reto muy grande, porque estamos acostumbrados a vivir deprisa, a que todo tiene que quedar en el instante, a seguir rutinas, a estar conectados en la tecnología, que nos olvidamos de nuestro instante; de dejar que el momento suceda.

Es necesario para la mente que también le demos un descanso al día, unos pequeños minutos que no este pensando en todo. Por salud mental y física, vivimos tan presionados que olvidamos disfrutar de la oportunidad e la vida.

Tal vez pensaran, bueno tuviste ese momento de estar sola yo no pudo porque trabajo, porque estudio, porque no tengo familia cercana, porque, porque, porque. Créanme yo misma me he puesto muchas excusas, pero repito es necesario en nuestro día o semana prestarnos atención, apapacharnos, dejar respirar el cuerpo y la mente.

Se trata de incluir en tu día esos momentos no estresarnos más, pueden ser unos minutos antes de dormir o al despertar, al momento de tomar nuestra taza de café, en el desayuno; bueno hasta cuando lavamos platos (que a mi tampoco me agrada mucho) pero cuando lo haces a conciencia vives el momento ya sea el escuchar el agua caer, el sentirla en contacto con tu piel, el olor al café y la sensación que produce al beberlo, cuando estamos en la ducha, o simplemente salir 10 minutos a caminar y estar en contacto con la naturaleza.

Cualquier situación que se presente ese día es buena, lo importante es vivirla, estar presente en ese momento, darte la oportunidad de ser consciente de lo que pasa, dejar preocupaciones, pensamientos y responsabilidades a un lado.

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